
El Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) es la esencia de la dieta mediterránea, un elixir con innumerables beneficios para la salud y un tesoro gastronómico con un universo de sabores y aromas por descubrir. Pero, ¿sabes realmente cómo catar un aceite de oliva? Al igual que con el vino, la cata de aceite de oliva es un arte que nos permite diferenciar un producto de calidad superior, como los de nuestra exclusiva colección, de uno convencional.
Esta guía te invita a un viaje sensorial para explorar el auténtico sabor y la complejidad del AOVE de calidad. Aprenderás a identificar los matices que definen un aceite excepcional, desde su frutado y sus notas a hierba recién cortada hasta ese toque picante y amargo que lo hace inconfundible.
Las fases de la cata de aceite: Del olfato al paladar
Para realizar una degustación de aceite de oliva de forma correcta, es crucial seguir las tres fases principales de la cata. Cada etapa es un pilar fundamental que te permitirá construir un perfil completo del aceite que estás probando.
1. Fase olfativa: El alma del aceite
Esta es la primera impresión y, para muchos expertos, la más importante. El olfato es capaz de captar la riqueza de los aromas que definen un buen AOVE. Para empezar, sirve una pequeña cantidad de aceite en una copa de cata, idealmente de cristal opaco para evitar prejuicios visuales, y caliéntala con la palma de la mano.
Acerca la copa a la nariz e inhala suavemente. ¿Qué notas percibes? Un aceite de calidad, con una alta frescura, presentará un aroma del aceite de oliva vibrante y lleno de matices. Las notas de cata del aceite pueden ser de tipo frutado (manzana, plátano, almendra), a hierba recién cortada, a tomate, o incluso a alcachofa. La ausencia de estos aromas o la presencia de olores a rancio o a aceitunas fermentadas son signos inequívocos de un aceite de menor calidad. Un buen panel de cata de aceite siempre valora el frutado como el atributo principal.
2. Fase gustativa: El sabor en la lengua
Una vez que has explorado el aroma, es momento de llevar el aceite a la boca. Toma un sorbo pequeño y distribúyelo por toda la boca, de manera que cubra la lengua y las mejillas. Es importante hacer una ligera aspiración de aire para que el aceite se oxigene y se liberen todos sus volátiles, intensificando los sabores.
En esta fase, tus papilas gustativas se activarán. Los atributos positivos del aceite son el amargor y el picor. El amargor es el sabor que se percibe en la parte posterior de la lengua, mientras que el picor se siente en la garganta. La intensidad y el equilibrio de estos dos atributos, junto con el frutado, son la firma de un AOVE de calidad. Si el aceite no presenta amargor ni picor, es probable que no sea virgen extra, o que haya perdido sus propiedades con el tiempo. El sabor del aceite de oliva debe ser un reflejo del aroma, una sinfonía equilibrada y persistente en el paladar.

3. Fase táctil: La textura y la consistencia
Aunque menos evidente que las otras dos, la fase táctil es crucial para entender la «personalidad» del aceite. Con el aceite aún en la boca, presta atención a la sensación que deja. Un aceite de oliva virgen extra debe sentirse fluido, pero con cuerpo. La sensación de «grasa» o «untuosidad» debe ser agradable, sin ser pesada. Los aceites más frescos y de menor acidez suelen ser más ligeros y fluidos, mientras que los aceites de variedades más robustas pueden tener una textura más densa.

¿Cómo reconocer un buen aceite?
La clave para cómo reconocer un buen aceite reside en el equilibrio de los atributos positivos. Un aceite de calidad excepcional es aquel que presenta un frutado intenso y agradable, un amargor persistente y un picor que se siente en la garganta. Estos tres atributos, en armonía, son la firma de un AOVE bien elaborado. Si deseas llevar tus conocimientos al siguiente nivel, puedes usar una ficha de cata de aceite para registrar tus impresiones y comparar diferentes muestras.
Además, el envase juega un papel fundamental. Las botellas opacas, como las que usamos en nuestra marca, protegen el aceite de la luz, el calor y el aire, los principales enemigos que degradan sus propiedades. Esto asegura que, cuando abras la botella, el sabor y los aromas se mantengan intactos, listos para ser disfrutados en su máximo esplendor.
El arte de la cata de aceite de oliva
En resumen, la cata de aceite de oliva es un proceso que va más allá del simple gusto, es una experiencia que involucra todos los sentidos. Siguiendo las fases de la cata de aceite: olfativa, gustativa y táctil, puedes aprender a identificar los atributos que definen un AOVE de calidad, como el frutado, el amargor y el picor. Así, no solo disfrutarás más de cada gota, sino que también sabrás cómo reconocer un buen aceite y apreciar el valor de un producto verdaderamente excepcional.
Cada una de nuestras botellas ha sido diseñada para preservar la calidad inigualable de su contenido, ofreciéndote una experiencia sensorial que eleva cualquier momento. Encuentra tu AOVE perfecto y comienza tu propio viaje de degustación de aceite de oliva.
Gran post! Lo de hacer una cata de AOVE me parecía algo solo para expertos, pero lo explicas tan claro que dan ganas de intentarlo en casa. A veces usamos el AOVE sin pensar en su sabor real.
Nos alegra mucho saber que el post te ha inspirado a probar una cata de aceite, aunque sea en casa. Tienes toda la razón, el AOVE es un mundo de sabores y aromas que a menudo pasamos por alto. Te animamos a explorar y a disfrutar de cada gota. ¡Gracias por tu comentario!